viernes, 5 de abril de 2024

 

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LA LUCHA DE CLASES

Domenico Losurdo

 

(03)

 

 

 

I

 

Las distintas formas de la lucha de clases

 

 

 

2. ¿UNA DISTRACCIÓN DE LA LUCHA DE CLASES?

 

No faltan los intérpretes que responden afirmativamente a la pregunta que acabamos de hacer. El autor de un libro, por otro lado muy bien documentado, sobre Marx, Engels y la política internacional, considera que en los años inmediatamente posteriores al Manifiesto del partido comunista «la política exterior y el combate entre las naciones prevalecen sobre la lucha de clases». «Marx no solo analiza apasionadamente y de un modo detallado las intrigas políticas [de carácter internacional], sino que las analiza sin ninguna referencia a las fuerzas y los factores económicos y sociales», de modo que los artículos publicados en la Neue Rheinische Zeitung, por poner un ejemplo, «parecen completamente separados del cuerpo de la doctrina» (Molnár). Se tiene la impresión de que donde empiezan la «política exterior» y sus «intrigas» diplomáticas y militares, cesa la lucha de clases y enmudece la «doctrina» del materialismo histórico.

 

Se podría llegar a una conclusión desconcertante: mientras Marx y Engels, por un lado, insisten en el hecho de que «toda sociedad», en el transcurso de su desarrollo, está marcada por la lucha de clases y de que «todas las luchas de la historia» son luchas de clases, por otro solo recurrirían a su teoría de un modo ocasional e intermitente. ¿El asunto se plantea realmente en estos términos? Conviene partir del testimonio (verano de 1872) del socialista francés Charles Longuet, quien, después de honrar a los «mártires» de la Comuna de París, sigue hablando desde el «templo del materialismo histórico», la casa de Marx (una casa que conoce bien, porque es yerno del gran filósofo revolucionario):

 

La insurrección polaca de 1863, las rebeliones irlandesas de los femanos de 1869, la Liga Agraria y los Home Rulers de 1874: todos estos movimientos de las nacionalidades oprimidas fueron seguidos desde las escarpas de esa fortaleza de la Internacional con un interés no menor que el prestado a la marea creciente del movimiento socialista de los dos hemisferios (en Enzensberger).

 

El interés por los «movimientos de las nacionalidades oprimidas», por tanto, no es menos vivo y constante que el interés por la agitación del proletariado y de las clases subalternas. Es difícil poner en duda la veracidad de este testimonio: basta con hojear las ediciones de las obras completas de Marx y Engels para darse cuenta de lo numerosos que son los textos dedicados a la lucha del pueblo irlandés y el pueblo polaco, y a la denuncia de la política de opresión nacional aplicada por Gran Bretaña y Rusia, respectivamente.

 

Es un interés intelectual y político, con una fuerte implicación emotiva. El 23 de noviembre de 1867 fueron ahorcados en Manchester tres militantes revolucionarios irlandeses, acusados de haber organizado la liberación a mano armada de dos dirigentes del movimiento independentista, durante la cual perdió la vida un policía. Varios días después Marx le escribe a Engels, contándole la reacción de su hija primogénita: «Desde la ejecución de Manchester Jenny lleva luto y su cruz polaca sobre una escarapela verde» (MEW). El símbolo de la lucha de liberación nacional del pueblo polaco (la cruz) se junta así con el verde de la causa irlandesa. Al recibir la carta de su amigo, Engels le contesta inmediatamente, el 29 de noviembre: «No hace falta que te diga que en mi casa también predominan el negro y el verde» (MEW), los colores que simbolizan el luto infligido por el verdugo británico al movimiento de liberación nacional del pueblo irlandés.

 

Los dos filósofos y militantes revolucionarios comparan a las víctimas de Manchester con John Brown, el abolicionista que había incitado a la rebelión a los esclavos del sur de Estados Unidos y luego había afrontado valientemente el patíbulo (MEW). Esta comparación de los independentistas irlandeses con el campeón del abolicionismo confirma la pasión con que Marx y Engels siguen los «movimientos de las nacionalidades oprimidas» y el papel central que a su juicio desempeñan estos movimientos en el proceso de emancipación de la humanidad.

 

No solo la hostilidad, también la indiferencia con las naciones oprimidas merece una dura condena política y moral. El Manifiesto inaugural acusa a «las clases superiores de Europa» occidental y en particular de Inglaterra por su política antiobrera, por supuesto, pero también por su apoyo a los secesionistas sudistas de Estados Unidos y por «la aprobación vergonzosa, la simpatía irónica y la indiferencia idiota» con que observan la tragedia de la nación polaca (MEW). Cuando afecta un aire de superioridad ante esta tragedia, Pierre-Joseph Proudhon, a juicio de Marx, da muestras de «cinismo», un cinismo nada inteligente.

 

Entonces, ¿el interés por la «política exterior» no tiene nada que ver con la lucha de clases, o más bien es una distracción de ella? En realidad, según el testimonio de Longuet, la simpatía apasionada por los «movimientos de las nacionalidades oprimidas» arde en el «templo del materialismo histórico», en el templo de la doctrina que lee la historia como historia de la lucha de clases. Ya en julio de 1848, el mismo año en que se publicó el Manifiesto del partido comunista, Engels evocaba e invocaba una «política internacional de la democracia» revolucionaria (MEW). Dieciséis años después, la Asociación Internacional de los Trabajadores, en el momento de su fundación, afirma en la pluma de Marx que es necesaria una «economía política de la clase obrera» pero que no basta con eso; es preciso enseñar «a los trabajadores el deber de iniciarse en los misterios de la política internacional, de vigilar la actividad diplomática de sus gobiernos respectivos, de combatirla, en caso necesario, por todos los medios de que dispongan»; tienen que darse cuenta de que la lucha por una «política exterior» de apoyo a las naciones oprimidas forma parte de la «lucha general por la emancipación de la clase obrera» (MEW). ¿Cómo explicar esta afirmación tan rotunda?...

 

(continuará)

 

 

 

 

[ Fragmento de: Domenico Losurdo. “La lucha de clases” ]

 

*

4 comentarios:

  1. Desenmascarando la caricaturesca historia del socialismo, de Stalin y de la Segunda Guerra Mundial escrita y descrita según la clase dominante:

    Henry Hakamaki y Salvatore Engel-Di Mauro, cotraductores y editores de “Stalin: Historia y crítica de una leyenda negra”, de Domenico Losurdo, entrevistados por Rania Khalek, periodista y activista estadounidense de origen libanés.

    https://youtu.be/OHxQSVD_rfA?si=3Fm74NOSNYGN6Hgq

    El vídeo dispone de traducción (subtítulos) no muy buena, pero que al menos permite entender a los entrevistados.

    Salud y comunismo


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    1. ¿SE ACEPTA O SE RECHAZA LO QUE DOMINA?

      En cada una de sus clarificadoras obras, Losurdo ha ido echando abajo, mediante una crítica rigurosa y fundamentada, uno a uno todos los mitos que la ideología dominante ha instalado (¡con evidente éxito!) en la conciencia de la mayoría social. Contaba Vázquez Montalbán, que en sus conversaciones con Julio Anguita, le insistía en que el problema no estaba tanto en la forma y sustancia de sus mensajes sino en lo que quedaba de ellos tras el filtro manipulador de los medios que lo difundían y en la probable incapacidad o, más frecuentemente, preventiva hostilidad de las “manipuladas mentes” (entrenadas en los valores tradicionales y en lo que Gramsci llamaba el odioso sentido común) que finalmente lo recepcionan. Y eso que la versión “editada” del discurso de Anguita, discurso reformista pero no comunista, era difundida incluso en la tele (ese aparatito que imparte doctrina, que fabrica tradición y odioso sentido común, a todas horas y en todos los hogares de derecha, de centro, de izquierda y apolíticos). Pero desde luego la obra de Losurdo, estigmatizado como stalinista ortodoxo, tiene una difusión absolutamente marginal incluso entre los supuestos intelectuales de una izquierda que sin embargo se autoproclama antifascista, anticapitalista, feminista, ecológica…

      Ese es nuestro gran problema, que nuestros análisis, nuestras críticas, nuestras propuestas no llegan más que a una exigua minoría. Ejemplo, te cuento que el jueves pasado acudí, aquí en Madrid en un local céntrico perfectamente comunicado, a un acto, yo diría que bastante publicitado en las redes, blogs y webs “de izquierda”, contra la OTAN (organización terrorista que cumple 75 años) en el que los ponentes eran Andrés Piqueras, Ángeles Maestro y Manuel Pardo. Pues bien la asistencia fue de no más de 50 personas. En mi opinión esto explica una de las más importantes asignaturas pendientes, y señala el escollo que tenemos que superar si de verdad queremos influir (“algo y aun algos que les vayan clareando el entendimiento”) en la adormilada conciencia de los trabajadores y en su (¿inconsciente?) “cortoplacista y suicida” praxis cotidiana.

      Salud y comunismo

      *

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  2. Caballo de Troya

    Tel Aviv y Washington ven a World Central Kitchen como una herramienta para lograr el antiguo objetivo de Israel de desplazar y destruir a la UNRWA e instalar un nuevo régimen controlado por Israel en Gaza.

    La UNRWA es la única organización con la infraestructura en Gaza para satisfacer las necesidades de toda la población si se le permitiera trabajar sin obstáculos. Pero esto no es lo que Israel y Estados Unidos quieren.

    En las últimas semanas, los medios israelíes informaron que Israel está “presionando para el establecimiento de una fuerza internacional de mantenimiento de la paz para asegurar la Franja de Gaza y facilitar la entrega de ayuda humanitaria”.

    Pero esto es sólo una fachada para los llamados planes del “día después” destinados a reimponer la ocupación israelí permanente en la Franja de Gaza.

    Según este plan, “la fuerza estaría compuesta por tropas de tres países árabes diferentes no identificados” y sería “dirigida por Estados Unidos”.

    "La fuerza probablemente estaría armada para defender la ley y el orden y trabajaría con los habitantes de Gaza que no tienen vínculos con Hamás, figuras aparentemente vinculadas a la Autoridad Palestina", según The Times of Israel . El objetivo es crear un régimen colaboracionista similar a la Autoridad Palestina respaldada por Israel y dirigida por Mahmoud Abbas en la ocupada Cisjordania.

    En este escenario, una organización “humanitaria”, aprobada por Estados Unidos e Israel, como World Central Kitchen es el caballo de Troya perfecto para ayudar a traer un nuevo liderazgo colaboracionista a Gaza.

    Completo en el siguiente enlace:

    https://electronicintifada.net/blogs/ali-abunimah/how-world-central-kitchen-serves-israels-genocidal-agenda

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    1. NO SOMOS PERFECTOS, PERO QUE CONSTE QUE SOMOS PERFECTOS.

      Un tipejo como Robert F. Kennedy Jr. (miembro del Partido Demócrata hasta 2023, católico, ecologista… sobrino del expresidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy, declara que:

      « la "mayor amenaza para la democracia no es alguien que cuestione los resultados electorales", sino la Administración Biden por su estrecha relación con las empresas de redes sociales y las grandes corporaciones.

      La CIA trabaja para contratistas militares, proporcionando un flujo constante de guerras eternas. Las agencias de salud están controladas por la industria farmacéutica, que lucra con las enfermedades crónicas. La Reserva Federal, cautiva de los grandes bancos, inunda de dinero los cañones de Wall Street"»

      Nos está demostrando que, desde dentro del Sistema, se puede denunciar el nivel de corrupción del Sistema, siempre y cuando se le achaque no al Sistema sino en exclusiva a la Administración de turno, hoy la de de Biden (viejito corrupto, corruptor y chocho que ya ni siquiera puede seguir el endiablado ritmo del teleprónter…)

      Del mismo modo que se puede hablar de intolerable “criminal error israelí” cuando las 7 víctimas del atentado son “occidentales” y miembros de una organización “humanitaria” WCK, que apoya el sionismo y que cumplía con esa labor infiltrada en Gaza. La verdad es que, me parece a mí, “LA CIA CON CHILABA” le está cogiendo gusto a eso de los auto-atentados-blanqueadores…

      Salud y comunismo

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