martes, 1 de agosto de 2023

 

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Joan E. Garcés  /   “Soberanos e intervenidos”

 

 (…)

 

 

Segunda parte

ESTRATEGIAS MUNDIALES E INTERVENCIÓN

 

 

 

10. La visión de Europa del Office of Strategic Services

 

 

 

 

III.

 

LA GUERRA FRÍA CIERRA EL PARÉNTESIS ABIERTO

EL 23 DE AGOSTO DE 1939

 

(…) El 19 de diciembre de 1947 la directiva 4/A del National Security Council ordenaba al director de la CIA llevar a cabo en Italia operaciones encubiertas para imposibilitar que el Partido Comunista pudiera ganar las elecciones parlamentarias. Desde el Departamento de Estado, George Kennan recomendaba la intervención militar de EEUU en Italia si la mayoría de su electorado votaba mal.

 


La política de guerra fría creó las condiciones para que, en 1947, los partidos comunistas francés e italiano fueran descabalgados de sus respectivos gobiernos de coalición. La ofensiva contra las izquierdas en Europa occidental había adquirido tal envergadura que, el 6 de noviembre de 1947, el Comité de Planificación Política del Departamento de Estado, dirigido por George Kennan, anticipaba su efectiva repercusión en Checoslovaquia –país aun entonces gobernado por una coalición de partidos burgueses y obreros después que fuera liberado de Alemania por el ejército soviético:

 

El parón al progreso comunista en Europa occidental ha requerido la consolidación del poder comunista en Europa oriental. Les va a ser necesario dominar por completo a Checoslovaquia […]. Ahora […] Checoslovaquia podría muy fácilmente ser una vía de entrada de las fuerzas realmente de­mocráticas en el conjunto de Europa oriental. El apartamiento de las instituciones democráticas y la consolidación del poder comunista en Checoslovaquia añadirá un formidable nuevo elemento a las fuerzas clandestinas en el área satelizada por los soviéticos. Por esta razón los soviéticos van a dar este paso con desagrado. Es un movimiento meramente defensivo.

 

El abandono en Europa de las alianzas sociopolíticas pactadas en Yalta, las secuencias provocación-respuesta a que alude el memorándum de Kennan, se cumplieron tan cabalmente que nueve meses después de salir los comunistas del gobierno de París los partidos burgueses fueron, a su vez, excluidos del de Praga (febrero de 1948). La propaganda de la guerra fría estuvo alimentada con el argumento de una “ofensiva” soviética convertida en “golpe de Praga”. El informe de la CIA al presidente Truman era más matizado:

 

el golpe comunista en Checoslovaquia no refleja ningún incremento súbito en las capacidades soviéticas, o algún cambio en la presente política o táctica soviética […]. La reacción psicológica al golpe checo aparece como fuera de toda proporción con su significado actual […]. Ha avivado la resistencia al comunismo en Europa Occidental.

 

La espiral estímulo-respuesta siguió adelante. La creación de la OTAN en 1949, la reconstrucción de un ejército en la RFA en 1954, fueron replicadas en 1955 por Moscú con la formación del Pacto de Varsovia en los Estados bajo su influencia. Y esto fue contestado en la RFA en 1956 con la ilegalización del Partido Comunista y la prohibición del marxismo en el Partido Socialdemócrata Alemán (Bad-Godesberg, 1958). La alianza anticomunista había enterrado a la antifascista. Incluso se le quiso dar valor retroactivo, como queriendo reescribir la historia. ¿No proclamaba el Presidente Reagan, en 1986, que se habían puesto del lado equivocado los norteamericanos de la Brigada Lincoln –voluntarios que combatieron contra la intervención germano-italiana de 1936 en España?

 

Los orígenes de la guerra fría ayudan a entender el proceso posterior. El memorándum núm. 37 del Comité de Planificación Política, de 12 de agosto de 1948, desarrollaba las duraderas consecuencias que tendría la decisión norteamericana de dividir Alemania:

 

pensamos que sería bueno desprendernos de la idea de que tiene que haber un tratado de paz [con Alemania unificada]. No vemos justificación teórica a ningún “tratado de paz” entre los Aliados y los alemanes, y sentimos que ello complicaría innecesariamente el objeto real de la solución alemana. Los cuatro Aliados son los custodios de la soberanía alemana, como resultado de la conquista y sometimiento de Alemania. Son ellos los que pueden devolver, cuando quieran y a quien quieran, total o parcialmente, aquella soberanía […].

 

El National Security Council aprobaba, el 18 de agosto de 1948, pautas de actuación hacia Europa oriental complementarias de las aplicadas en el Oeste:

 

puede afirmarse que nuestro primer objetivo respecto de Rusia en tiempos de paz es estimular y promover, por medios distintos de los de guerra, la reducción gradual del indebido poder e influencia rusos en su actual área satelizada, y la emergencia de los respectivos países de Europa oriental como factores independientes de la escena internacional […]. Debemos estimular por todos los medios a nuestra disposición el desarrollo en la Unión Soviética de instituciones federalistas que permitan revivir la vida nacional de los pueblos del Báltico.

 

La propuesta del National Security Council de 14 de abril de 1950, aprobada por Truman el 30 de septiembre siguiente, insistía en los objetivos de los planificadores militares de 1947 –acabar con los consejos obreros (soviets), dividir la URSS en Estados independientes:

 

[…] 19. b. Estimular entre los pueblos rusos el desarrollo de actitudes que puedan ayudar a modificar la actual actitud soviética y permitir el resurgimiento a la vida nacional de grupos que evidencien la capacidad y determinación de alcanzar y mantener la independencia nacional.”…

 

(continuará)

 

 

 

[ Fragmento de: Joan E. Garcés. “Soberanos e intervenidos” ]

 

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