miércoles, 26 de enero de 2022

 

685

 

 Antonio Gramsci  / Cuaderno 11 (XVIII) 1932-1933.

 [ y 56 ]

 

 

Introducción al estudio de la filosofía

 

[Advertencia]

Las notas contenidas en este cuaderno, como en los otros, han sido escritas a vuelapluma, para apuntar un breve recordatorio. Todas ellas deberán revisarse y controlarse minuciosamente, porque ciertamente contienen inexactitudes, falsas aproximaciones, anacronismos. Escritas sin tener presentes los libros a que se alude, es posible que después de la revisión deban ser radicalmente corregidas porque precisamente lo contrario de lo aquí escrito resulte cierto.

 

 

VI. Apuntes misceláneos

 

 

< 70 >.  Antonio Labriola. Sería de gran utilidad un resumen objetivo y sistemático (aunque fuese de tipo escolar-analítico) de todas las publicaciones de Antonio Labriola sobre la filosofía de la praxis para sustituir los libros agotados. Un trabajo de ese género es preliminar a toda iniciativa dirigida a volver a poner en circulación la posición filosófica de Labriola que es muy poco conocida fuera de un reducido círculo. Es asombroso que en sus Memorias León Bronstein hable del "diletantismo" de Labriola (revisar). No se comprende este juicio (a menos que quisiera significar la separación entre teoría y práctica en la persona de Labriola, lo que no parece ser el caso) sino como un reflejo inconsciente de la pedantería seudocientífica del grupo intelectual alemán que tuvo tanta influencia en Rusia. En realidad Labriola, al afirmar que la filosofía de la praxis es independiente de cualquier otra corriente filosófica, que es auto-suficiente, es el único que trató de construir científicamente la filosofía de la praxis. La tendencia dominante se ha manifestado en dos corrientes principales:

 

1] La llamada ortodoxa, representada por Plejánov (cfr. I Problemi fondamentali) que en realidad, no obstante sus afirmaciones en contrario, recae en el materialismo vulgar. No ha sido bien planteado el problema de los "orígenes" del pensamiento del fundador de la filosofía de la praxis: un estudio cuidadoso de la cultura filosófica de Marx (y del ambiente filosófico general en el que se formó directa e indirectamente) es ciertamente necesario, pero como premisa al estudio, mucho más importante, de su propia y "original" filosofía, que no puede agotarse en algunas "fuentes" y en "su cultura personal": es preciso, ante todo, tomar en cuenta su actividad creadora y constructora. El modo de plantear el problema por parte de Plejánov es típicamente propio del método positivista y muestra sus escasas facultades especulativas e historiográficas.

 

2] La tendencia "ortodoxa" ha determinado su puesta: la de vincular la filosofía de la praxis al kantismo o a otras tendencias filosóficas no positivistas y materialistas, hasta la conclusión "agnóstica" de Otto Bauer que en su librito sobre la "religión" escribe que el marxismo puede ser sostenido e integrado por cualquier filosofía, por lo tanto también por el tomismo. Esta segunda, por lo tanto, no es una tendencia en sentido estricto, sino un conjunto de todas las tendencias que no aceptan la llamada "ortodoxia" del pedantismo alemán, hasta la freudiana de De Man.

 

¿Por qué Labriola y su planteamiento del problema filosófico han tenido tan escaso éxito? A este respecto puede decirse lo que Rosa dijo a propósito de la economía crítica y de sus problemas más elevados: en el periodo romántico de la lucha, del Sturm und Drangpopular, todo el interés se orienta hacia las armas más inmediatas, hacia los problemas de táctica en política y hacia los problemas culturales menores en el campo filosófico. Pero desde el momento en que un grupo subalterno se vuelve realmente autónomo y hegemónico suscitando un nuevo tipo de Estado, nace concretamente la exigencia de construir un nuevo orden intelectual y moral, o sea un nuevo tipo de sociedad y por lo tanto la exigencia de elaborar los conceptos más universales, las armas ideológicas más refinadas y decisivas. De ahí la necesidad de volver a poner en circulación a Antonio Labriola y de hacer predominar su planteamiento del problema filosófico. Se puede plantear así la lucha por una cultura superior autónoma; la parte positiva de la lucha que se manifiesta en forma negativa y polémica con los a- privativos y los anti- (anticlericalismo, ateísmo, etcétera). Se da una forma moderna y actual al humanismo laico tradicional que debe ser la base ética del nuevo tipo de Estado.

 

El tratamiento analítico y sistemático de la concepción filosófica de Antonio Labriola podría convertirse en la sección filosófica de una revista del tipo medio Voce, Leonardo (Ordine Nuovo), de lo cual se habla en la sección de periodismo. Habría que recopilar una bibliografía internacional sobre Labriola (Neue Zeit, etcétera).”

 

(Fin del Cuaderno 11)

 

 

[Fragmento de: A. GRAMSCI. “Cuadernos de la cárcel. Tomo 4”]

 

*


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar