viernes, 7 de octubre de 2022

 

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NUESTRO MARX

Néstor Kohan.

 

[ 027 ]

 

 

PRIMERA PARTE:

Una visión crítica de los usos de Marx

 

 

EL MARX DEL MATERIALISMO DIALÉCTICO. (DE PLEJANOV Y STALIN A LOS MANUALES DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA [PCUS])

 

 

 (...)

 

 

La (primera) polémica política de Lenin con Bogdanov

 

Tres años después del fracaso de la revolución de 1905 y de la publicación de la obrita de Stalin, Lenin se interna en una ríspida polémica política frente a algunos dirigentes de los grupos otzovistas (partidarios del retiro del Parlamento y del abandono de toda actividad legal en los sindicatos), Vperiod (defensores de una filosofía y una ciencia proletarias, junto a los cuales operaban los otzovistas) y Constructores de Dios (propulsores de una nueva síntesis entre el socialismo y las tradiciones religiosas del campesinado ruso), entre los cuales se encontraban principalmente Alexander Alexandrovich Bogdanov (seudónimo de Rodion Malinovski, seguidor ruso de las teorías de Ernst Mach y Ricardo Avenarius y años más tarde uno de los principales impulsores del Prolet-Kult), Anatoli Vasilievich Lunacharski (luego primer ministro de Educación de la Revolución de Octubre) y también Máximo Gorki, todos brillantes intelectuales que actuaban en el interior del partido bolchevique.

 

Discutiendo con estos dirigentes e intelectuales, y en la línea del viejo Engels, Lenin escribe Materialismo y empiriocriticismo (1908), donde defiende una concepción filosófica general acerca del ser que él sigue denominando "materialismo".

 

Esta obra fue elaborada cuando aún no había estudiado sistemáticamente a Hegel y todavía seguía filosóficamente amarrado a la problemática de la II Internacional. Pruebas de esto último se encuentran en sus Cuadernos de lectura del mismo año, donde extracta y copia fragmentos de la obra de Plejanov (Problemas fundamentales del marxismo), que se sitúan en total consonancia con las líneas generales desarrolladas posteriormente en Materialismo y empiriocriticismo. En ellos Plejanov enfatiza la existencia del "ser independiente del pensamiento", se refiere a "las propiedades dialécticas del ser" y, además, con respecto a La concepción materialista de la historia —tematizando problemas que no figurarán en el libro de Lenin de ese año— sostiene la prioridad explicativa, acorde con su monismo naturalista, tanto del factor geográfico como de las fuerzas productivas, en relación con las demás esferas de la sociedad. Además, en una carta a Máximo Gorki (por quien tenía sumo respeto intelectual, a pesar de no compartir sus posiciones filosóficas) el mismo Lenin reconoce explícitamente la influencia directa de Plejanov en sus críticas a Bogdanov.

 

Materialismo y empiriocriticismo constituye, en nuestra opinión, un escrito principalmente de polémica política y no de filosofía, aunque esta aparente ser el contenido primordial del debate. Desgajado del pensamiento vivo del líder bolchevique en permanente transformación, convierte a este último en un vulgar mecanicista. Por ello se torna necesario analizarlo comparándolo con otros textos leninianos, sobre todo posteriores, para no perder de vista la dimensión de la profundidad teórica que alcanzó este intelectual en su utilización y desarrollo del marxismo, como método dialéctico, teoría crítica de la sociedad y como herramienta política de hegemonía.

 

Avanzando sobre la línea dejada por el último Engels, continuada por Kautsky y principalmente por Plejanov —a quien le reconoce haber sido su maestro filosófico—, Lenin expone aquí una definición de "materia" que estaba ausente en los libros engelsianos anteriormente mencionados. Para él, en 1908, la categoría "materia" tiene como referente la "realidad objetiva".

 

Esta noción de "materia" le permite contestar taxativamente una pregunta que presupone y prolonga la problemática de la prioridad ontológica de la existencia: ¿existía la naturaleza antes que el hombre? Lo que no es más que una nueva formulación del "problema fundamental de toda filosofía" del cual nos hablaba Engels. Aunque, si particularizamos el análisis, podríamos llegar a una diferencia de matiz entre el enfoque del autor del Anti-Dühring y el de Lenin, en el interior de la misma problemática. Engels subraya la objetividad del mundo natural y su prioridad ontológica en relación con cualquier forma de espíritu o conciencia, pues este mundo natural es anterior y causalmente independiente del espíritu, pero no a la inversa. En cambio Lenin, queriendo demostrar lo mismo, introduce un pronunciado sesgo gnoseológico en la formulación ontológica de la prexistencia del mundo objetivo, pues para él el mundo cognoscible existe independientemente de cualquier espíritu, finito o infinito, pero no a la inversa. (Véase Roy Bhaskar: “Materialismo”. En Tom Bottomore y otros: Diccionario del pensamiento marxista. Obra citada. p.523.)

 

Siguiendo esta línea de razonamiento, enfatizará nuevamente la necesaria unión entre materia y movimiento, y subrayará de manera determinista el vínculo de dos categorías que ya estaban presentes en el Anti-Dühring: libertad y necesidad. Pero, sobre todo, a partir de su definición de "materia", Lenin continuará y desarrollará aún más la teoría del reflejo, cuyos primeros bosquejos ya hemos anotado.

 

Si Engels se había apoyado en el recurso de "las imágenes" para explicar el conocimiento, Lenin traspasará ese límite, pues a partir de su nueva definición de la materia sostendrá que esta, al tiempo que actúa sobre nuestros órganos, es "fotografiada, copiada y reflejada" por nuestras sensaciones, existiendo no obstante independientemente de ellas.

 

 

La "imagen" de Engels deviene entonces "copia" y "fotografía", con lo cual la teoría del reflejo especular del mundo exterior va configurándose en su modo y organización definitiva, para el DIAMAT. Queda ya muy lejos la reflexión propia de la doctrina de la esencia de la Ciencia de la Lógica de Hegel.

 

A diferencia de la exposición staliniana de 1905, para Lenin la categoría de práctica sí ocupa un papel importante, pues es ubicada en el lugar teórico de controlador a posteriori del reflejo cognoscitivo. La práctica tiene la función de corroborador post festum de los resultados del proceso de conocimiento pero parecería que está ausente en el comienzo de este. Mediante la práctica se confirmaría entonces si nuestros pensamientos acerca de la realidad objetiva (la materia) son verdaderos o no. Pero Lenin previene contra cualquier desviación "dogmática" diciendo que este criterio de verdad nunca es definitivo puesto que mantiene la suficiente imprecisión como para no permitir la constitución y cristalización de nociones absolutas. Según su opinión, tal criterio veritativo conduce indefectiblemente al "materialismo" en el terreno gnoseológico, lo que equivale a sostener en esta etapa de su pensamiento que deriva inexorablemente en la teoría del reflejo.

 

No se debe olvidar que, además de los escritos engelsianos, Lenin toma como fuente para referirse a la práctica las marxianas Tesis sobre Feuerbach. El locus teórico de la práctica en este libro es entonces claramente delimitado: la gnoseología, y dentro de ella su validez, no rige sobre cualquier etapa del proceso de conocimiento sino solo sobre el final, a la hora de corroborar, confirmar o refutar una hipótesis. No se aplica en consecuencia ni al comienzo, ni al desarrollo mismo de las teorías, ni a otros campos diferenciados del cognoscitivo como los de la práctica productiva (trabajo) o la social (práctica revolucionaria).

 

Estas son las principales nociones teóricas a partir de las cuales discute durante 1908 en el seno del partido bolchevique.

 

¿Es el Lenin definitivo, como postularon los manuales de la época de Stalin y muchas veces se presupone en la academia a la hora de denostarlo y encerrarlo en un ataud? ¿Toda su producción teórica y filosófica queda aprisionada en el sarcófago metálico del DIAMAT, como nos sugieren sus entusiastas impugnadores de las metafísicas "post"?...

 

(continuará)

 

 

 

[ Fragmento de: Néstor KOHAN. “Nuestro Marx” ]

 

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