martes, 21 de junio de 2022

 

790

 

 

El Imperialismo, la fase superior del Capitalismo

LENIN

 

[ 012 ]

 

 

VI.

EL REPARTO DEL MUNDO ENTRE LAS GRANDES POTENCIAS

 

 

En su libro sobre el "desarrollo territorial de las colonias europeas", el geógrafo A. Supan establece el siguiente breve resumen de dicho desarrollo a fines del siglo XIX:

 

PORCENTAJE DE TERRITORIO PERTENECIENTE A LAS POTENCIAS COLONIALES EUROPEAS

Y A LOS ESTADOS UNIDOS

 

 

1876

1900

AUMENTO O

DISMINUCIÓN

ÁFRICA

 10,8%

 90,4%

+ 79.6%

POLINESIA

 56,8%

 98,9%

+ 42,1%

ASIA

 51,5%

 56,6%

+ 5,1%

AUSTRALIA

100,0%

100,0%

------

AMÉRICA

  27,5%

  27,2%

- 0,3%

 

 

 

“El rasgo característico de este período —concluye dicho autor— es, por consiguiente, el reparto de África y Polinesia”.

 

Como ni en Asia ni en América hay tierras desocupadas, es decir, que no pertenezcan a ningún Estado, hay que ampliar la conclusión de Supan y decir que el rasgo característico del período que nos ocupa es el reparto definitivo de la Tierra, definitivo no en el sentido de que sea imposible repartirla de nuevo — al contrario, nuevos repartos son posibles e inevitables—, sino en el de que la política colonial de los países capitalistas ha terminado ya la conquista de todas las tierras no ocupadas que había en nuestro planeta. Por vez primera, el mundo se encuentra ya repartido, de modo que lo que en adelante puede efectuarse son únicamente nuevos repartos, es decir, el paso de territorios de un "amo" a otro, y no el paso de un territorio sin amo a un "dueño".

 

Vivimos, por consiguiente, en una época singular de la política colonial del mundo que se halla íntimamente relacionada con la "novísima fase de desarrollo del capitalismo", con el capital financiero. Por eso es necesario detenerse ante todo más detalladamente en los hechos concretos, para formarnos una idea lo más precisa posible de la diferencia existente entre esta época y las precedentes, así como de la situación actual. Ante todo, surgen dos cuestiones de carácter práctico: ¿se observa una acentuación de la política colonial, una exacerbación de la lucha por las colonias precisamente en el período del capital financiero? ¿Cómo se halla precisamente repartido el mundo en la actualidad desde este punto de vista?

 

El escritor norteamericano Morris, en su libro sobre la historia de la colonización, intenta resumir los datos concretos sobre la extensión de las posesiones coloniales de Inglaterra, Francia y Alemania durante distintos períodos del siglo XIX. He aquí, brevemente expuestos, los resultados obtenidos:

 

EXTENSION DE LAS POSESIONES COLONIALES

(En millones de millas cuadradas y de habitantes)

                   

                 INGLATERRA             FRANCIA                    ALEMANIA

AÑOS

SUPERFICIE

POBLACIÓN

SUPERFICIE

POBLACIÓN

SUPERFICIE

POBLACIÓN

1815-30

?

126,4

0,02

0,5

----

----

1860

2,5

145,1

0,2

3,5

----

----

1880

7,7

267,9

0,7

7,5

----

----

1899

9,3

309,0

3,7

56,4

1,0

14,7

 

Para Inglaterra el período de intensificación enorme de las conquistas coloniales corresponde a los años 1860-1880, y es muy considerable durante los últimos veinte años del siglo XIX. Para Francia y Alemania, corresponde precisamente a estos veinte años. Hemos visto más arriba que el período del desarrollo máximo del capitalismo anterior al monopolista, el capitalismo en el que predomina la libre concurrencia, va de 1860 a 1880. Ahora vemos que es precisamente después de este período cuando empieza el enorme "auge" de las conquistas coloniales, se exacerba hasta el grado máximo la lucha por el reparto territorial del mundo. Es indudable, por consiguiente, el hecho de que el paso del capitalismo a la fase de capitalismo monopolista, al capital financiero, se halla relacionado con la exacerbación de la lucha por el reparto del mundo.

 

En su obra sobre el imperialismo, Hobson destaca el período de 1884-1900 como período de intensa "expansión" (ensanchamiento territorial) de los principales Estados europeos. Según sus cálculos, Inglaterra adquirió durante ese período 3.700.000 millas cuadradas con una población de 57 millones de habitantes; Francia, 3.600.000 millas cuadradas con 36,5 millones de habitantes; Alemania, 1.000.000 de millas cuadradas con 14,7 millones de habitantes; Bélgica, 900.000 millas cuadradas con 30 millones de habitantes; Portugal, 800.000 millas cuadradas con 9 millones de habitantes. La caza de las colonias a fines del siglo XIX, sobre todo desde la década del 80, por parte de todos los Estados capitalistas, constituye un hecho universalmente conocido de la historia de la diplomacia y de la política exterior.

 

En el período de mayor florecimiento de la libre concurrencia en Inglaterra, en los años 1840-1860, los dirigentes políticos burgueses de este país eran adversarios de la política colonial y consideraban como útil e inevitable la emancipación de las colonias y su separación completa de Inglaterra. M. Beer indica en un artículo, publicado en 1898, sobre "el imperialismo inglés moderno", que en 1852 un hombre de Estado inglés como Disraeli, tan inclinado en general al imperialismo, decía que "las colonias son una rueda de molino que llevamos atada al cuello". ¡En cambio, a fines del siglo XIX, los héroes del día en Inglaterra eran Cecil Rhodes y Joseph Chamberlain, los cuales predicaban abiertamente el imperialismo y aplicaban la política imperialista con el mayor cinismo!

 

No carece de interés saber que la ligazón existente entre las raíces puramente económicas, por decirlo así, y las social-políticas del imperialismo moderno era, ya en aquel entonces, clara para esos dirigentes políticos de la burguesía inglesa. Chamberlain predicaba el imperialismo como una "política justa, prudente y económica", indicando sobre todo la competencia con que ahora tropieza Inglaterra en el mercado mundial por parte de Alemania, EE.UU. y Bélgica. La salvación está en el monopolio, decían los capitalistas, fundando cárteles, sindicatos, trusts. La salvación está en el monopolio, repetían los jefes políticos de la burguesía, apresurándose a apoderarse de las partes del mundo todavía no repartidas. Y Cecil Rhodes, según cuenta su íntimo amigo, el periodista Stead, le decía a éste en 1895 a propósito de sus ideas imperialistas: "Ayer estuve en el East-End londinense (barriada obrera) y asistí a una asamblea de los desocupados. Al oír, en dicha reunión, discursos exaltados cuya nota dominante era: ¡pan!, ¡pan! y al reflexionar, cuando regresaba a casa, sobre lo que había oído, me convencí, más que nunca, de la importancia del imperialismo [...] La idea que yo acaricio representa la solución del problema social, a saber: para salvar a los cuarenta millones de habitantes del Reino Unido de una guerra civil funesta, nosotros, los político coloniales, debemos posesionarnos de nuevos territorios para colocar en ellos el exceso de población, para encontrar nuevo mercados en los cuales colocar los productos de nuestra fábricas y de nuestras minas. El imperio, lo he dicho siempre, es una cuestión de estómago. Si no queréis la guerra civil, debéis convertiros en imperialistas".

 

Esto decía en 1895, Cecil Rhodes, millonario, rey financiero, principal culpable de la guerra anglo-boer. Esta defensa del imperialismo es simplemente un poco grosera, cínica, pero, en el fondo, no se diferencia de la "teoría" de los señores Máslov, Sudekum, Pótresov, David, del fundador del marxismo ruso, etc., etc. Cecil Rhodes era un socialchovinista algo más honrado. . .

 

Para dar un panorama lo más exacto posible del reparto territorial del mundo y de los cambios habidos en este aspecto durante las últimas décadas, utilizaremos los datos suministrados por Supan, en la obra mencionada, sobre las posesiones coloniales de todas las potencias del mundo. Supan compara los años 1876 y 1900; nosotros tomaremos el año 1876 — punto de comparación elegido muy acertadamente, ya que puede considerarse, en términos generales, que es precisamente entonces cuando termina el desarrollo del capitalismo de la Europa occidental en su fase premonopolista y el año 1914, sustituyendo las cifras de Supan por las más recientes de Hubner, que entresacamos de sus "Tablas geográfico-estadísticas". Supan sólo da cifras de las colonias; nosotros consideramos útil (para que el cuadro del reparto del mundo sea completo) agregar unos cuantos datos sobre los países no coloniales y semicoloniales, entre los cuales incluimos a Persia, China y Turquía; el primero de estos países se ha transformado casi por completo en colonia; el segundo y el tercero se van transformando en tales.

 

Como resultado, obtendremos lo siguiente:

 

 

POSESIONES COLONIALES DE LAS GRANDES POTENCIAS

(En millones de kilómetros cuadros y de habitantes)


 

                                                                 Colonias                                                  Metrópolis                              TOTAL

                                                                 1876                                   1914                                    1914                                    1914

 

 

PAISES

Km2

Habit.

Km2

Habit.

Km2

Habit.

Km2

Habit.

INGLATERRA

22,5

251,9

33,5

393,5

0,3

46,5

33,8

440,0

RUSIA

17,0

15,9

17,4

33,5

5,4

136,2

22,8

169,4

FRANCIA

0,9

6,0

6,0

55,5

0,5

39,6

11,1

95,1

ALEMANIA

2,9

12,3

0,5

64,9

3,4

77,2

EEUU

0,3

9,7

9,4

97,0

9,7

106,7

JAPÓN

0,3

12,2

0,4

53,0

0,7

72,2

TOTAL PARA LAS SEIS

GRANDES POTENCIAS

 

40,4

 

372,8

 

65,0

 

523,4

 

16,5

 

437,4

 

81,5

 

960,6

 

Colonias de las demás potencias (Bélgica, Holanda, etc..)

9,9

45,3

 

 

Semicolonias (Persia, China, Turquía…)

14,5

361,2

 

 

Demás países

28,0

289,9

 

SUPERFICIE Y POBLACIÓN TOTALES DE LA TIERRA (…)

133,9

165,7

 













 


Vemos claramente cómo a fines del siglo XIX y en los albores del siglo XX se hallaba ya "terminado" el reparto del mundo. Las posesiones coloniales se ensancharon en proporciones gigantescas después de 1876: en más de una vez y media, de 40 a 65 millones de kilómetros cuadrados para las seis potencias más importantes; el aumento representa 25 millones de kilómetros cuadrados, una vez y media más que la superficie de las metrópolis (16,5 millones). Tres potencias no poseían en 1876 ninguna colonia, y la cuarta, Francia, casi no las tenía. Para el año 1914, esas cuatro potencias habían adquirido colonias con una superficie de 14,1 millones de kilómetros cuadrados, es decir, aproximadamente una vez y media más que la superficie de Europa, con una población de casi 100 millones de habitantes. La desigualdad en la ampliación de las posesiones coloniales es muy grande. Si se comparan, por ejemplo, Francia, Alemania y el Japón, cuya diferencia no es muy considerable en cuanto a la superficie y la población, resulta que el primero de dichos países ha adquirido casi tres veces más colonias (desde el punto de vista de la superficie) que el segundo y tercero juntos. Pero por la cuantía del capital financiero, Francia, a principios del período que nos ocupa, era acaso también varias veces más rica que Alemania y el Japón juntos. Las dimensiones de las posesiones coloniales se hallan influenciadas no sólo por las condiciones puramente económicas, sino también, a base de éstas, por las condiciones geográficas y otras…”

 

 

(continuará)

 

 

[ Fragmento de: LENIN. “1916 El Imperialismo, la fase superior del Capitalismo” ]

 

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